Los Entrenadores

Conde Von Chulasco (Chardo)

Un hombre de acción

"Contra 7 se juega mejor, así que chicos... Golpe, golpe, golpe, golpe y aplastar"

Durante la época de la FAN, Chaldo Chulasco era un anónimo jugador de línea humano que pasó por los campos de Bloodbowl sin pena ni gloria. Los hinchas de su equipo valoraban enormemente el arrojo y valor del línea, que esquivaba y placaba como si no hubiera mañana y de un blitzer orco se tratara. Un buen día su humilde carrera se vió truncada tras recibir la caída de un tal Volstagg el Voluminoso en su pierna izquierda. La pierna, destrozada, tuvo que ser sustituida en una operación a vida o muerte por una prótesis de acero enano puro.
Debido a los costes exorbitantes de su operación, y a su pasión por el Bloodbowl, decidió entrenar. El único equipo dispuesto a contratarle fue un equipo menor de vampiros, los cuales ofrecieron una cantidad de dinero estúpida que, extrañamente, no hizo sospechar al arrojado humano. La temporada fue rodada para el novato entrenador, el cual consiguió la mejor clasificación para su equipo de la historia (octavos). En la fiesta de fin de temporada en su honor, la propietaria del equipo, una pálida y atractiva condesa mature cayó antes los encantos de Chulasco... pero a partir de entonces nunca más fue él mismo.
Su contrato incluía una cláusula de vampirismo que nunca se molestó en leer, y tras la gran fiesta se levantó aún más pálido y sediento de sangre de lo normal. Ahora su destino era vagar por el mundo entrenando y buscando la ansiada gloria en los campos de juego hasta el fin de los tiempos. La leyenda del Conde Von Chulasco había nacido...


Eolallus Cascadadehostias (Olallo)
El bailarín guerrero

"Pero qué haces tontico"

Eolallus, el gladiador del BloodBowl, inició su formación en la escuela de ingeniería del West Bosque. sus padres veían para él un gran porvenir optimizando árboles para que sus congéneres silvanos pudieran abrazarlos más a gusto, pero dentro de Eolallus bullían otro tipo de pasiones.
Un buen día, sin venir a cuento, decidió cresparse su lacia melena y pintarse los tatuajes rituales característicos de los Bailarines guerreros, se tiñó la cresta y se compró unas mallas. El que antaño fuera un plácido elfo silvano de repente se abandonó a los bailes frenéticos y las sustancias destiladas. Físicamente capaz, se envalentonó y decidió acometer grandes gestas y proezas físicas, pero tras un intento falluto de destacar en el mundo del triatlón élfico, se rindió y probó suerte como manager en el mundo del BloodBowl. Gracias su su carisma personal y su cuidado look como Bailarín guerrero (altísima cresta, apretadísimas mayas e incomparable pechotonel al aire) estuvo a punto de tocar la gloria dirigiendo al Spartak de San Cosmine y el Tajax, e incluso se barajó su inclusión en la lista de los elfos más sexys del 2498.
Tras estos primeros años fulgurantes, sin embargo, hizo de las bajas en sus equipos su bandera, y hoy en día se arrastra sin pena ni gloria entrenando a equipos de segunda fila con su six pack convertido en talega cervecera. Pocos equipos hay que confíen a día de hoy en Eolallus, pero los pocos que lo hacen se entregan a sus enseñanzas con un fanatismo casi religioso. Tal es el poder de su hipnótico Baile Verbenero.


Pakito Hongo (Paco)
El goblin follonero

"A veces en mi mente veo jugadas que parecen buenas..."

El goblin que en su juventud fue llamado Pakito Hongo siempre sintió pasión por el BloodBowl. Pese a ser uno de los goblins más pequeños de su tribu, era apreciado por sus compañeros orcos por su velocidad y lo fácil que era hacerlo volar por los aires. Sin embargo, la carrera de Hongo nunca terminó de despegar. Su mal carácter le producía constantes altercados (y lesiones permanentes) en una liga en la que cualquier jugador era más grande que él. Por ello finalmente tuvo que dejar la práctica del deporte activo.
Sin embargo, su oportunidad vino en el momento en que decidió convertirse en entrenador. Los orcos no son famosos por su inteligencia, así que aunque pareciera mentira, el pequeño y astuto goblin se encargó de dirigir al equipo de su tribu hasta encumbrarlo. Famoso por su predilección por las tretas, jugarretas, puñaladas por la espalda, pisotones descuidados y sobornos millonarios a los árbitros, Pakito Hongo hizo disfrutar al respetable como pocos.
Tras unos años de fulgurante carrera, muchos dicen que el alcohol y las Domino's pizza han acabado con él, que vive de rentas y que ya no es el manager follonero que era intratable en campos, despachos y hostales. Él sonríe y le echa tónica a un vaso con ginebra, mientras espera el momento de saltarle los dientes a quienes le critican... Seguidor acérrimo del estilo de entrenar de Roberto Sediño, Pakito Hongo afila su astucia esperando el momento de destacar otra vez.


Murley (Mur)
Sir Davos

"Peto mucho yo"

El que sería conocido como Ser Murley Seaworth comenzó su carrera como contrabandista de hierbas de Catay. Con simplemente su barco y su cigarro, Murley recorrió los siete mares jugando al Bloodbowl como excusa para tapar sus negocios sucios. Poco a poco, fue cogiéndole cariño a este deporte, y a los jugadores que llevaba en su barco para disputar los partidos. Sin embargo, nunca se planteó dedicarse en serio al Bloodbowl hasta que su barco fue hundido por varias galeras enanas, que lo cosieron a cañonazos.
Su barco estalló por los aires, y fue la primera vez que Murley le gritó al cielo "Pato mucho yo!", siendo ésta la única que lo hizo de forma literal. Agarrado a un barril de cerveza, Murley llegó a las costas de Bretonia en donde rápidamente reclutó a un grupo de aguerridos campesinos. Poco a poco, fue subiendo en las clasificaciones, y aprovechando sus contactos hizo giras por todo el mundo. 
No tardó en ser reconocido como uno de los entrenadores más importantes del mundo del Bloodbowl, jugando múltiples ligas como manager de otros tantos equipos. Pese a todo, el espíritu de Murley Seaworth aún se encuentra en el mar. Sus rivales observan su mirada perdida, sus ojos enrojecidos y llorosos y no entienden que no es el humo lo que le afecta, si no el murmullo del océano.


Ke Vin Diesel (Kevin)
El filósofo del Bloodbowl

"He pensado un roster nuevo..."

Ke Vin Diesel surgió de los suburbios de Aguaprofunda no se sabe muy bien porqué, quizás huyendo de la justicia o quizás simplemente lo echaron por sus malos vicios, de los que jamás pudo librarse. Un buen día amaneció en Altdorf a la búsqueda de un empleo no demasiado indigno para un Slann.
Trabajó primero limpiando la sangre en un estadio de Bloodbowl, lo que sin duda le ocupaba largas horas, pero de ese puesto obtuvo un gran conocimiento de los entresijos del deporte rey. Luego sirvió cervezas a los aficionados y finalmente consiguió ser el camarero de la sala VIP del estadio, donde se empapó del conocimiento de los mejores jugadores y entrenadores del Viejo Mundo que pululaban por ahí. La lástima fue que debido a su piel impermeable tal conocimiento no caló hondo. 
Aún así, sin saber muy bien cómo, durante un partido se vio aceptando una apuesta contra el gran Griff Oberwald: la franquicia recién creada por este mítico jugador contra una vida de servidumbre y puteo. Gracias a los dioses y a la estupidez endémica de los humanos, un thalasiano que no había tocado un balón de Bloodbowl en su vida se convirtió de repente en dueño de una franquicia.
Ke Vin Diesel hoy en día campa por los terrenos de Bloodbowl a sus anchas, supliendo con inventiva y ultramotivación sus carencias estratégicas. Como cualquier buen Slann diría "lo que no se arregle con un salto y dos encontra, no tiene arreglo". Muchos se echan las manos a la cabeza al ver sus despliegues tácticos, pero otros tantos piensan que tanta bizarrada debe ser parte de algún plan maestro.


Homeless (Micha)
Rookie de oro

".Tengo que aprender mucho, sobretodo a llorar"

Homeless, el entrenador que surgió del frío. En un momento en el que la LSR se estaba plantenado su apertura a nuevos horizontes, este entrenador apareció durmiendo la mona en las puertas de su sede. Nadie sabe si es un humano grande o un ogro. Bebe como un enano y las malas lenguas cuentan que en tiempos fue el esbirro del alcalde no muerto pirata de Hamburgo, con el que saqueó puntikos NAF por todas las costas del Mar del Norte. Como buen esbirro, fue realmente su patrón quien saqueara dichos puertos, mientras Micha le hacía la pelota.
Pero los tiempos del alcalde terminaron, y Homeless cogió su gabardina y una botella de whisky y se encaminó hacia las tierras del sur, donde pensaba encontrar pastos más verdes y jugadores más malos. Encontró su lugar en la liga donde se reúnen los jugadores más malos, indeseables y borrachos de la NAF: La LSR. Allí se ha integrado como nadie, aplicando todos los trucos sucios que aprendió de su patrono no muerto y en múltiples peleas de bar y reyertas barriobajeras. Toda una garantía para participar en la liga del Sargento Highway.

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